martes, 25 de octubre de 2016

CANDOR, finalista mensual en Relatos en Cadena




CANDOR

Poco antes de que los domingos fueran amargos, éramos muy ingenuos. Creímos en lo de las siete vidas de los gatos hasta que Negrito se cayó de la terraza. Que serían los demás bebés los que fueran de goma, porque el nuestro no rebotaba en las escaleras.  También estábamos convencidos de que el único riesgo de encender cerillas en casa de la abuela era hacernos pis por la noche en la cama, y de que como las noticias malas volaban, nosotros no necesitábamos despertarla de su siesta cuando se prendieron las cortinas de la cocina.